Biografía






Un Poco Sobre Mí


Me llamo Susana López y soy Actriz. Eso resume bastante bien toda mi vida.

Nací en Melilla, pero el destino me despegó de su salitrosa tierra y ahora me dedico a llevar su nombre grabado en mis labios allá por donde voy. Yo vivía muy feliz en el mundo infantil y fantasioso del que todos disfrutamos cuando somos niños, pero hace aproximadamente dieciséis años, decidí complicarme la existencia.

Recuerdo que iba en el coche de vacaciones, cuando una pregunta invadió mi mente y aún hoy ocupa parte de mis pensamientos ¿Y si yo formara parte de todas esas personas que crean las cosas que alimentan mi fantasía e ilusión por la vida?

Lo descubrí dos o tres años más tarde. Estaba viendo mi película favorita cuando en la escena final, en el clímax de la película, la protagonista y el villano se enfrentan terminando, como de costumbre, con la derrota del antagonista.

Recuerdo una especie de espasmo nervioso en el estómago. Una sensación de emoción y sentimiento que conseguían trasladarme a la película por unos segundos, creer que yo era la protagonista que derrotaba al malvado villano. 

Cuando terminó la proyección, en una habitación donde nadie me veía, superé la timidez que me provocaba estar hablando "al aire", e intenté recrear la escena de memoria.

Esa decisión determinó toda mi vida

A partir de ahí empezó la maravillosa vorágine de aventuras que protagonizan mi vida. Primero empecé recreando todas las escenas que me gustaban de las películas y series que veía. Después comencé a transcribir a mano los guiones directamente de lo que estaba oyendo en pantalla. 

Luego empecé a unificar las transcripciones en cuadernos manuscritos que recolectaba por ahí. Una vez que llevaba de por mano transcribir, memorizar e interpretar los guiones que más me gustaban, comencé a observar con detenimiento la forma de actuar de los personajes, nutriéndome de muchas formas y estilos de afrontar un papel.

Pasaron los años y obviamente, ya no me conformaba sólo con reinterpretar papeles. Escribí los míos propios, primero a partir de los personajes que ya tenía interiorizados, y después todo creación de cero, sin copias.

Pero ahí no quedaba la cosa. Ese sentimiento, esa pasión que ya empezaba a dar sus primeros despuntes, me pedía más. Una voz en mi interior me decía que el mundo tenía que conocer mi trabajo.

A los quince años ingresé en el grupo de teatro del instituto. 

La obra se llamaba Los Locos de Valencia. Era un comedia romántica escrita por Lope de Vega.

Formaba parte del reparto y hacía de loca atada con cinturones que gritaba, hacia sonidos de animales, cantaba para pedir limosna...

El estreno se hizo en el instituto. Estaba tan excitada que me olvide el camisón en casa y me tuvieron que prestar uno. Cuando terminó la función y los actores nos alineamos frente al público, no pude evitar llorar de emoción y felicidad. Es el segundo momento en el que me he sentido mas feliz de toda mi vida.

La obra salió de gira por distintos pueblos y fuimos a Portugal. Fue una experiencia inolvidable porque conocer a tantas personas de orígenes tan distintos, me permitió descubrir qué es lo mejor de esta profesión: El público.

Preparar un personaje, interpretarlo, utilizar millones de disfraces, caracterizaciones, registros...

Todo eso junto con el trabajo de todas las personas que no son actores y que hacen posible la exhibición de cualquier proyecto y/u obra audiovisual, queda pagado en su mayor parte por ese momento tan intenso que se produce cuando actores y público consiguen mimetizarse en un mismo ente, cuando somos capaces de aportar nuestro granito de arena para que las personas queden imbuidas de ese sentimiento de pasión por la vida y sus moradores.

Luego siguió La Tragicomedia de Don Duardos, en la que conseguí un papel secundario.
Después tuve que volver a las interpretaciones en mi cuarto durante aproximadamente un año.

Me decidí por estudiar por estudiar Arte Dramático, pero el destino quiso que conociera todas las facetas de esta profesión y terminé comenzando el Grado Superior de Realización de proyectos audiovisuales y espectáculos.

Debo reconocer que empecé con las expectativas muy bajas creyendo que me desviaba del camino que deseaba recorrer, pero estaba totalmente equivocada.

Gracias a esos estudios aprendí la importancia y necesidad de todas las personas que trabajan (además de los actores) para la creacion de proyectos audiovisuales. Esto también me brindó la posibilidad de participar en numerosos cortometrajes y una obra de teatro, en la que me desdoblaba interpretando a dos personajes diferentes.

Ahora me he mudado a Barcelona y tengo muchas ganas de embarcarme en nuevas aventuras que definan la Gran obra de teatro de mi vida.

Porque al fin y al cabo la vida es como una obra de teatro o una película. Vivimos en una tragicomedia repleta de subtramas de orígenes inimaginables y nosotros llevamos adelante, en nuestro día a día, millones de personajes diferentes: Hijos, hermanos, primos, desconocidos que saludan al llegar a un establecimiento, compañeros, productores, actores...

Y a pesar de que la obra de teatro sufre muchas dificultades y hay momentos en que la obra parece que no va a ver la luz, yo soy de la mentalidad de que hay que intentar por todos los medios vivir haciendo lo que te apasiona, o se ha de morir en el intento.

Porque para mi ser actriz es, como dijo un actor y cantante una vez "Para siempre, no mucho en realidad".