Arturo Fernández "Chatín"

Fuente: ElComercio.com

 ¡¡¡MUY BUENAS QUERIDO PÚBLICO!!!

Es muy común recordar a las personas cuando ya no están, y por desgracia, esta es una de esas ocasiones.

Sin embargo, trataré de hacer justicia en la medida de los posible a modo de homenaje o despedida.

El señor que protagoniza la fotografía de portada del artículo fue un actor de cine y teatro nacido en Gijón, Asturias, España, en 1929. Creció en la España de la guerra y la posguerra.

Cuando en una entrevista se le preguntaban los motivos que le llevaron a ser actor, siempre respondía que fue algo más bien fortuito, no se sintió atraído por el mundo de la interpretación hasta que probó la inolvidable experiencia de meterse en la piel de otro personaje.

Comenzó como todo actor, comenzó con papeles secundarios en películas y obras de teatro.

Yo lo vi por primera vez de protagonista en "La Tonta del Bote", en la adaptación cinematográfica de Juan de Orduña a partir de un sainete con el mismo nombre.

La historia es, a mi parecer, una versión libre del famoso cuento de la Cenicienta.

Comparte cartel con una jovencísima Lina Morgan, que interpretaba a Susana, una criada que termina enamorándose de un profesor de baile que la lanza a la fama, Felipe (Arturo).

¡¡¡Cuidado!!! te desentraño la trama. Por si no la has visto 😉









Al final terminan juntos










Esta película supuso en empuje definitivo a las carreras de los dos actores, que utilizaron su fama para encadenar un proyecto tras otro.

Pero esta no era la primera vez que aparecía en la gran pantalla. Siendo un actor eminentemente de teatro, sus comienzos estuvieron ligados (al igual que buena parte de su carrera) al cine y la televisión.

Recordaba en una entrevista para el programa Cine de Barrio su primera intervención en un largometraje: El beso de Judas,en el que se sintió muy emocionado por poder tomar parte en un proyecto importante, aunque sólo apareciese un momento en pantalla diciendo una frase.

Pero quizá esos son los recuerdos más bonitos y duraderos. Los actores que empiezan desde abajo, sin ayuda de ningún tipo, son capaces de recordar con más claridad sus comienzos, cuando nadie creía en ellos y tenían que conformarse con perseguir a solas un sueño de difícil cumplimiento.

En teatro, su gran pasión, fue donde más luchó por trabajar y no bajó el telón de los escenarios, hasta que no lo hizo con el de su vida. Su predilección por la alta comedia y el vodevil, catapultó a muchas de las obras en las que tomó parte, como Pato a la naranja (1972), de William Douglas - Home, La Montaña Rusa (2008), Los hombres No Mienten (2012) o Alta Seducción, todavía en cartel cuando nos dejó. Muchas de ellas se llevaron al escenario en más de una ocasión.

En cuanto a series de televisión, cabe destacar La Casa de los Líos, una especie de serie homenaje a la figura que tantos años ha forjado delante del público. Interpretaba a Arturo Valdés, un hombre que vive con su hermana Pilar (Lola Herrera) y cuya personalidad un poco descarada y oportunista le lleva a verse envuelto en historias disparatadas, secundadas por sus gualtrapas, que son sus trabajadores y amigos incondicionales.

Pero dejaremos la trayectoria cinematográfica para otro artículo. Este apartado tiene como finalidad dar a conocer a uno de los actores que han aportado a la profesión clase y elegancia, rompiendo con los estigmas que rodean a los actores, aún hoy día.

Sin más que añadir, solamente dar el último adiós al inolvidable Arturo Fernández.

Hasta Siempre, Chatín